La histeroscopia es un procedimiento útil para visualizar la cavidad del útero e identificar patologías y problemas que puedan afectarlo es una exploración rutinaria dentro de la ginecología.
También se le conoce como una técnica quirúrgica que permite observar el interior del abdomen para establecer un diagnóstico o para realizar una operación. Así se diagnostica y se tratan diversas patologías con la ventaja de una recuperación rápida.
¿Qué es una histeroscopia diagnostica?
Las causas por las que se realiza, generalmente, es por problemas que pueden ocasionar sangrados y/o infertilidad, tales como pólipos, miomas, lesiones pre cancerígenas, lesiones cancerígenas, DIU traslocado, malformaciones y/o alteraciones anatómicas.
Este procedimiento se realiza en la clínica ginecólogica, bajo anestesia o sedación únicamente (dependerá de cada caso). Debe realizarse por problemas que pueden ocasionar sangrados, dolor y/o infertilidad tales como miomas, endometriosis, quistes en ovario/s, embarazo ectópico, sangrados, entre otros.
Este procedimiento se realiza en el hospital, bajo anestesia general. Se coloca la paciente en posición ginecológica y se introduce una cámara muy delgada (5-10 mm) por el ombligo, que junto con un medio de distensión (GAS), permitirá realizar el diagnóstico y/o la extirpación del problema diagnosticado.
Además cuenta con el beneficio estético (sin cicatrices), pues solo se realizan de 3 a 4 incisiones (5-10 mm), en lugar de heridas de 10 centímetros o incluso mayores. La duración de la intervención puede ser desde 30 minutos hasta 3 horas.
¿La Laparoscopia puede mejorar La Fertilidad?
Observar las estructuras pélvicas de una mujer puede ofrecer importante información acerca de un posible problema de infertilidad y de trastornos ginecológicos comunes. Hay veces que los problemas existentes no se pueden ver en un simple examen físico, pero sí mediante una laparoscopia o una histeroscopia, con las que se observan directamente los órganos pélvicos de la mujer. Estos análisis pueden usarse con fines diagnósticos o quirúrgicos, muchas veces se recomiendan como parte de un tratamiento contra la infertilidad. La meta en estos casos es lograr que la mujer quede en cinta en el menor tiempo posible después de una laparoscopia.
Uso de la laparoscopia diagnóstica
La laparoscopía diagnóstica puede usarse para observar el interior del útero, las trompas de Falopio, los ovarios, y el área pélvica interna. Ayuda a los médicos ginecólogos Madrid a diagnosticar muchos problemas ginecológicos. Se puede quitar o extirpar el exterior del útero, los ovarios o el peritoneo. Fibromas uterinos y otras anomalías estructurales.
Adherencias (tejido cicatricial) cercanas a las trompas de Falopio y los ovarios. El ginecólogo puede recomendar esta prueba si la paciente tiene mucho dolor, antecedentes de infecciones pélvicas o síntomas que puedan generar sospechas. También como parte de un examen de infertilidad inicial en ambos miembros de la pareja. Esta prueba se realiza al terminar periodo, de forma ambulatoria y con anestesia total. Consiste en la inserción de una aguja a través del ombligo y la introducción por el abdomen de gas dióxido de carbono, con el fin de separar la pared abdominal de los órganos. El laparoscopio, aparato que lleva una pequeña cámara conectada a un monitor, entra por la incisión del ombligo.
Es un procedimiento seguro, que reduce el riesgo de lesiones a los órganos cercanos como el intestino, la vejiga y los vasos sanguíneos. Además permite al doctor trabajar mejor en la zona. A veces se introduce también un líquido de contraste, para tener una mejor visión. Si no se encuentran anomalías en este momento, se cierran las incisiones con uno o dos puntos que apenas dejan cicatriz.
¿En qué casos se realiza una laparoscopía quirúrgica?
Si se detecta una condición anormal durante el procedimiento de diagnóstico, el médico puede decidir realizar una laparoscopía quirúrgica para corregir el problema. En este caso el cirujano introduce instrumental quirúrgico como sondas, tijeras, pinzas para biopsias, láser o aparatos electro quirúrgico y material de sutura a través de dos o tres incisiones adicionales de pequeño tamaño. Tras una laparoscopía lo normal es que la zona del ombligo queda sensible y pueden aparecer hematomas en el abdomen. Además, el gas que se utiliza para distender el abdomen puede producir gases difíciles de expulsar, causando incomodidad en los hombros, el pecho y el abdomen. La anestesia puede producir náuseas y vómitos.
La parte positiva de la laparoscopia es que reduce considerablemente el periodo de recuperación y por lo general en pocos días se puede retomar la actividad normal, incluida la actividad sexual. Si se corrige el problema de infertilidad, la probabilidad de quedar embarazada aumenta. Ocurre, por ejemplo, con la endometriosis; se sabe que la laparoscopia quirúrgica mejora la fertilidad.
Si deseas solicitar cita con el Dr Gustavo Salazar accede nuestro formulario de contacto dando clic aquí.