
¿Puede una adolescente tener endometriosis?
Sí. Aunque durante años se pensó que la endometriosis solo afectaba a mujeres adultas, hoy sabemos que puede aparecer desde los primeros años tras la primera menstruación (menarquia).
De hecho, se estima que una de cada diez adolescentes con dolor menstrual intenso podría padecer algún grado de endometriosis.
Síntomas de alerta en menores de 20 años
Los síntomas suelen confundirse con dolores menstruales “normales”, pero existen señales que deben llamar la atención:
- Dolor menstrual muy fuerte que impide asistir al colegio o realizar actividades cotidianas.
- Necesidad frecuente de analgésicos potentes o visitas a urgencias durante la menstruación.
- Dolor pélvico fuera del periodo o persistente.
- Reglas abundantes o prolongadas.
- Molestias digestivas o urinarias coincidiendo con el ciclo.
- Dolor en las relaciones sexuales (en jóvenes sexualmente activas).
Cuando estos síntomas se repiten, es importante consultar con un ginecólogo especializado en endometriosis juvenil o en adolescentes.
Por qué se diagnostica tarde
La endometriosis en jóvenes suele pasar desapercibida por varias razones:
- El dolor menstrual intenso se normaliza culturalmente.
- En las primeras etapas, las lesiones pueden ser pequeñas o superficiales y no verse en ecografías comunes.
- No todos los profesionales sospechan de endometriosis en pacientes tan jóvenes.
El resultado: años de retraso diagnóstico, lo que puede empeorar los síntomas y aumentar el riesgo de afectación futura de la fertilidad.
Diagnóstico en adolescentes
El diagnóstico debe basarse en una evaluación clínica detallada.
- Se recomienda una historia menstrual completa y una exploración ginecológica adaptada a la edad y situación de la paciente.
- En algunos casos se realizan ecografías pélvicas o resonancias.
- El diagnóstico definitivo puede requerir laparoscopia diagnóstica, especialmente si hay dolor intenso o sospecha de endometriosis profunda.
Tratamiento de la endometriosis en menores de 20 años
El tratamiento busca aliviar el dolor, controlar el avance de la enfermedad y proteger la fertilidad futura.
Entre las opciones más utilizadas:
- Analgésicos y antiinflamatorios para el control del dolor.
- Tratamiento hormonal (anticonceptivos combinados, progestágenos o DIU con levonorgestrel) para frenar el crecimiento del tejido endometriósico.
- Apoyo psicológico para manejar el impacto emocional y la ansiedad que puede generar el dolor crónico.
- En casos seleccionados, cirugía laparoscópica conservadora.
El enfoque debe ser personalizado y multidisciplinario, considerando la edad, los síntomas y el deseo reproductivo futuro.
Medidas complementarias
Además del tratamiento médico, es importante adoptar hábitos saludables:
- Dieta antiinflamatoria, rica en frutas, verduras, omega 3 y baja en ultraprocesados.
- Ejercicio regular y moderado.
- Manejo del estrés, con técnicas de relajación o mindfulness.
- Acompañamiento familiar, para que el entorno comprenda la magnitud del problema y apoye adecuadamente.
Endometriosis severa en jóvenes: una realidad posible
Aunque poco común, algunas adolescentes pueden desarrollar formas severas o profundas de endometriosis incluso antes de los 20 años.
En estos casos, el diagnóstico temprano y la atención en centros especializados en endometriosis severa son fundamentales para preservar la fertilidad y evitar complicaciones a largo plazo.
Conclusión
La endometriosis en menores de 20 años no es rara, solo está infradiagnosticada. Reconocer los síntomas a tiempo y acudir a un especialista puede marcar la diferencia entre años de dolor o una vida controlada y sin limitaciones.
El Dr. Gustavo Salazar es un referente en el diagnóstico y tratamiento de endometriosis, incluso en casos severos o de presentación temprana. Reserva tu cita y comienza a mejorar tu vida dando click aquí